Ya os he contado lo importante que es la socialización para los perros. Es fundamental para un desarrollo equilibrado.
Lo idóneo es comenzar desde que es un cachorro. Debe relacionarse con perros y otros animales, con personas de diferentes características (edad, raza, sexo…) y estar expuesto a todos los estímulos posibles: ruidos de coches, petardos, obras, lluvia…
A la vez que socializamos a nuestro perro, también podemos socializarnos nosotros.
Si soleis sacarlo a pasear a horarios regulares, probablemente os encontraréis a las mismas personas que también pasean a su mascota.
Y aquí, en el mundo perruno, es cuando podéis empezar vuestra “socialización”. Es en este entorno donde podréis conocer gente interesante que de otro modo no hubiera sido posible. Para empezar, ya tenéis algo en común: el amor por los animales.
Conozco gente que se han hecho grandes amigos en los paseos y en los parque gracias a los perros. Como en todas partes, siempre habrá gente con la que encajes y gente con la que no, pero seguro que siempre hay alguien interesante que merece la pena.
Aparte de amigos, también puedes llegar a conocer a tu pareja.
Una amiga, tras su separación, necesitaba cambiar de aires y conocer gente nueva. Se apuntó al gimnasio, pero no terminaba de gustarle el ambiente. Se apuntó a chino y, aunque encontró buenos compañeros, no hizo amigos. Le gustaban mucho los animales pero por un motivo u otro no se decidía a tener uno. Hasta que le dijeron que era una buena manera de conocer gente nueva y se animó. Un cachorrito de labrador llegó a su vida, y al tiempo, un dueño de perro mestizo también.
Como veis, tener perro es una gran responsabilidad, pero también tiene muchas ventajas.
Vivo en un pueblo de Barcelona. Me interesa pasear con personas que amen a los animales, (especialmente perros), hacer escapadas e incluso vacaciones.